El incienso ha sido un elemento clave en ceremonias rituales, y en el ámbito de la aromaterapia se destaca por sus propiedades cicatrizantes y fungicidas, además de facilitar estados de meditación.
Beneficios:
– Aroma ligero, fresco y resinoso.
– Campos de aplicación: Cuidados de la piel, difusión atmosférica, equilibrio emocional y relajación.
– Compatible con el sistema respiratorio, promoviendo una respiración fácil y la salud pulmonar.
– Excelente para el cuidado de la piel; puede mezclarse con su humectante diario o aplicarse en áreas específicas como imperfecciones o cicatrices.
– Ideal para meditación y prácticas espirituales, el aroma del incienso calma y eleva la mente.
Composición:
– Alfa-Pineno, Alfa-Thujene.
– Viridiflorol, Beta-Mirceno, Beta-Pineno.
– Acetato de Incensilo y Acetato de Octilo.
– Contiene 181 componentes, principalmente monoterpenos.
Modo de empleo:
Inhale el aroma usando la inhalación directa, un difusor o sales aromáticas para promover la calma. Para el cuidado facial, mezcle 1 gota con su loción o crema y aplique en rostro y cuello. Para el malestar en articulaciones, mezcle 12 gotas con un aceite portador y aplique en áreas afectadas. La dilución máxima para adultos es del 50%.
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